La Serpiente.

LA GNOSIS PRIMORDIAL

La Gnosis Primordial es un conocimiento que se remonta a la protohistoria de la humanidad. Su casi total desconocimiento, irrisoriamente, no se debe a la enorme distancia de tiempo que nos separa de los hechos, sino a la tenacidad con la que fue combatida por los sistemas religiosos y sociales antagónicos, que la han sometido a una degradación permanente: destruyendo documentos milenarios, mutilando los símbolos que la sustentaban y tergiversando la historia del ser humano, en pro de intereses contrarios al derecho a la ETERNIDAD DEL HOMBRE POR SU LINAJE ESPIRITUAL Y SU LIBRE ALBEDRÍO EN CUANTO A SU DESTINO (eternidad, no inmortalidad).

NO ES RELIGIÓN, es Conocimiento legado por los Hiperbóreos: LA RAZA DEL ORIGEN; para ser usado como una eficaz e INFALIBLE ESTRATEGIA de LIBERACIÓN para los ESPÍRITUS CAUTIVOS y para el ser humano; perdido en el mundo de la ilusión de la materia e ignorante de su origen y destino.

Si hoy quedan VESTIGIOS de esta Ciencia, es porque han sobrevivido en el seno de antiguas Agrupaciones Gnósticas terriblemente herméticas. Información, conocimientos y símbolos se conservaron, hasta el presente y a través de ellos, el RECUERDO DEL ORIGEN… DE LO ETERNO…

Podemos reconocer muchos aspectos de esta Sabiduría en el Gnosticismo en general, el Maniqueísmo, Catarismo, Teosofísmo, Rosacrucismo, Masonería, Budismo, Hinduismo, Judaísmo, Cristianismo, Sufismo, Shintoismo, Taoísmo, artes marciales y otras tantas escuelas del Conocimiento de Oriente y Occidente; conocimiento INCOMPLETO Y, EN MUCHÍSIMOS DETALLES, TERGIVERSADO.

A través del tiempo y mediante el miedo, el terror, la astucia, el asesinato, la traición, la sustitución, el engaño y la mentira; los ENEMIGOS DEL ORIGEN, con la finalidad de confundir, han enterrado y encerrado el hilo dorado, LA AURA CÁTENA, LA GNOSIS PRIMORDIAL que lleva a la VERDAD DEL ORIGEN, en un laberinto del que nadie logra salir por sí mismo. Conocimientos que hoy, a medias y disfrazados, se han convertido en otras RELIGIONES QUE HINCAN LA RODILLA E INCLINAN LA CABEZA ANTE EL CREADOR Y SU UNI-VERSO, POR AMOR AL HOMBRE DE BARRO Y AL MUNDO ILUSORIO DE LA MATERIA; CAMINANDO ESPERANZADAS POR LA PROMESA DE LA INMORTALIDAD, HIJA PREDILECTA DE LA ILUSIÓN DEL TIEMPO, QUE TERMINARÁ INEVITABLEMENTE EN EL PRALAYA, CUANDO EL UNO RECOJA EN SU SENO, UNA VEZ MAS, SU ALIENTO, SU VERBO CREADOR Y SU DEMENCIAL OBRA…

El Creador y Adán

Afirmamos que, después de millones de años de evolución (el despliegue de la potencia de los arquetipos primordiales en la materia, que toma forma por el verbo hacia su entelequia en el flujo del tiempo que es el aliento del Creador) y luego de varias extinciones en masa en una especie de ensayo y error, la materialización del Arquetipo Manu (Adán), que es la piedra fundamental de la Creación, no había cumplido con el designio para el que había sido creado: SER POSTOR DE SENTIDO.

Ser postor de sentido es, des-cubrir “la verdad” encerrada en las cosas, y nombrarlas. Hallarla por sí mismo en los entes (elementos, plantas, animales y fenómenos naturales de la Creación). Descubrir es quitar una envoltura que cubre algo (una cáscara, una “mascara”), averiguar que es “la cosa en sí”, inquirir la verdad tratando de des-cubrirla.

Nombrar significa expresar afuera (del descubridor), el sentido des-cubierto en los entes mediante un lenguaje común y comunicarlo al resto de la especie, para convertir el ente descubierto en un objeto cultural.

Objeto cultural es el ente expresado afuera de sí mismo por su descubridor, a toda o a la mayoría de la especie. Un tigre, por ejemplo, será hermoso para uno, temible para otro, asesino para otros. Esas son la “verdad” de sus descubridores; pero para todos, (una vez expresado afuera), será el tigre (el nombre), el objeto común a todos con un multi-sentido o una multi-verdad: un ente, hermoso, temible, asesino, rayado, de cuatro patas, amarillo y negro con terrible poder muscular, mamífero, carnicero que en ocasiones mata gente y se la come, vive en el Asia, etc. ,etc., llamado tigre.
Cualidades, facetas, “verdades” de un ente que todos conocemos, no por vivencia o experiencia propia, sino por haber sido convertido en objeto cultural.

Los objetos culturales son los elementos que, enlazados, forman una estructura cultural que es base de una cultura; y a través de esta cultura se crearán nuevos objetos culturales (pieles, ropa, tablas, barcos, armas, joyas y otros) que darán nuevo sentido cultural que, multiplicado en millones de “Adanes” y cientos de culturas, darán origen a superobjetos con súper sentido que será “recogido” por el Creador para su contemplación.

El des-cubrimiento permanente de los entes, es motor de las culturas que a través de la admiración, el cuestionamiento, el aplauso, el dolor, el amor, el odio o cualquier clase de sentido: da sentido, pone sentido a la vida. El descubrimiento permanente del enigma encerrado en los entes de la Creación, el sentido humano es razón, es motor de la Creación.

Finalmente, las Culturas originan los Cultos que tienen por origen al des-cubrimiento del “ENTE” CREADOR DE LOS ENTES.
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Pues bien, es evidente que Adán no desarrolló Culturas. Adán vivía feliz, durmiendo a la intemperie o quizás al abrigo de una cueva, comiendo de los frutos que el Creador había puesto al alcance de su mano. No sentía el impulso, la gana de “comer el fruto” que le daría la Sed del Conocimiento. Nada potente cuestionaba su entorno ¿Por qué?

Fuera de la respuesta obvia: “Porque era un imbécil”, nosotros diremos que fue porque tenía una conciencia incipiente, pobre, no funcional. La conciencia es básicamente la “memoria o vida interior” acumulada o “alma-cenada” (de ahí viene la “palabrita”) con las vivencias en un “cuerpo” o “esfera” de materia superior y que es “leída” o recordada interiormente por el sujeto. La conciencia es, luego, la verdad para el alma, su verdad.

La conciencia es un almacén interior de vivencias, todas relacionadas a sí mismo. Para que funcione debe “alma-cenar” vivencias; y éstas deben estar adheridas o relacionadas entre sí, todas deben ser referentes a UNA VIVENCIA en particular, un suceso conmocionante, un recuerdo POTENTE que actúe como principio y centro referencial o gravitatorio para todas las otras vivencias. Tal centro referencial y potencial es el recuerdo del descubrimiento de sí mismo: EL YO.

Y fue en este punto en el que Adán no cumplía con su designio, no poseía un yo potente y, a partir del cual desarrollar una voluntad potente, conciente. En cambio poseía una voluntad gregaria, de grupo, típica de los animales superiores como las ballenas, delfines, elefantes y antropoides.

Para entender mejor recordemos lo aprendido en cualquier escuela esotérica:

Toda la creación es una emanación de El Uno, es Una-versión, Uno-versión, Uni-verso. Todo, absolutamente todo, es una parte del Uno, incluidos los “agujeros negros” y las almas de todos los Adanes, machos y hembras.
¿Qué hacía diferencia entre Adán 1, Adán 2, Adán 3, 4, 5, 6... en lo interior, “dentro de la envoltura” exterior? ... ¿El alma?

Supongamos que tomamos cinco almas “cero kilómetros”, “sin recorrido” como las de los Adanes y las ordenamos en círculo; serían tan idénticas que si se tocaran se unirían como gotas de agua, porque son una y la misma sustancia; sin embargo, si a cada una le ponemos una máscara diferente (la envoltura), podrían diferenciarse exteriormente. Para ser diferentes interiormente, tendrían que “ponerse dentro”, (¿In-ponerse?) una “máscara interior” distinta, también, para cada una.

¿Pero cómo “poner dentro” del alma “algo más” si es Sustancia Pura, esa Pureza emanada del Uno, sin adulterarla, sin contaminarla?

Respuesta: aislándola, aprisionándola, encadenándola a la sustancia pura, al alma. Eso es el Yo: LO ENCADENADO AL ALMA, la “impureza” encadenada a la Pureza.

Ahora veamos las cosas desde el punto de vista del sentido, del poner sentido, del ser postor de sentido: asemejemos la Creación a una función de teatro en la que El Autor de la Obra, el edificio, las sillas, el escenario, el decorado, los músicos, los actores y el público: TODOS (sujetos y OBJETOS) son lo mismo y él mismo; es decir: El Autor... ¿Tendría Sentido? ... No. Por lo menos, el público debe ser ajeno, de afuera, extranjero, impuro. Eso es el Yo: El EXTRANJERO, El IMPURO… en la obra del Creador.

Adán era feliz y no cuestionaba nada, no por ser imbécil sino porque sólo había Pureza en su interior, vivía en Armonía con toda la Pureza que le rodeaba.

¿Cómo puede cuestionar la Pureza a la Pureza?

Luego la SERPIENTE llegó… a “ensuciar” su Pureza.

La Serpiente

En lo que queda del libro del Génesis (pues fue mutilado), la Serpiente “aparece”en el primer versículo del capítulo 3 que como única información contiene: “era más astuta que todos los animales del campo que Jehová–Dios había hecho”. Es obvio para cualquier lector que el omitir el origen de un personaje tan importante en una historia del origen, es una aberración literaria que sólo puede explicarse por una razón: fue omitido o velado a propósito, como tantos otros “detalles” a lo largo de las “sagradas escrituras”, para velar información que no debe ser conocida por personas ajenas a determinado Círculo y con determinados propósitos.

Todos sabemos que nadie ingresa al seno de una familia y come de su mesa sin el consentimiento del Padre o alguno de sus hijos. Un maleante no se mete en casa ajena a la luz del día y bajo la vista del Dueño sin ser echado a patadas al instante.

Y un Padre Amoroso no pone una alimaña en medio de sus niños como “juguete educativo” porque algunos morirían.

La Serpiente no estaba, llegó. No es de este Universo, de esta Creación. No llegó a escondidas, llamó a la puerta y fue atendida por uno de los hijos. No vino con las manos vacías, trajo algo para la mesa. Y por ese algo, el Padre consintió.

El Padre no es Amoroso porque muchos de sus hijos murieron y morirán por causa de la Serpiente y de lo que trajo.

Y finalmente, “la Serpiente” no es una, sino unos pocos entre muchos que llegaron. Ellos se quedaron y Los Otros regresaron y volverán por “ese algo” robado y por la Serpiente.

Eva y la Serpiente

Eva es hechura de la Serpiente a Imagen y semejanza de la Serpiente, a partir de la “costilla” de Adán, quien es a Imagen y Semejanza del Creador. No es “Adana”, la hembra de la especie Adán creados al principio.

Eva fue el medio por el cual el “regalo” sería robado del MUNDO PERFECTO, QUE ES PATRIA DE LA RAZA DEL ESPÍRITU ETERNO y traído por la Serpiente a la Creación, como solución al cretinismo patológico de Adán, que le impedía tomar y comer del fruto del Conocimiento. Cretinismo que lo condenaba, sin lugar a dudas, a una nueva extinción. Cretinismo, latente, genético que aún permanece en “ciertos sectores” de la humanidad.

Eva fue la matriz fenotípica, lograda por el Conocimiento Genial de la Serpiente, a partir de la costilla de Adán

Eva la magnífica, la astuta, la sensual, la hermosa, la Mujer, el puente, fue apareada con Adán y nacieron mujeres hermosas, por primera vez en el planeta, en quienes los nuevos “Hijos de Dios”, “los “adoptados” en la mesa, engendraron a la nueva especie aportando a la Sangre de sus hijos, “El Regalo”: La Impureza, la Potencia, la Voluntad, la Individualidad; la Originalidad consecuencia del RECUERDO POTENCIAL DEL ORIGEN, DE LA ETERNIDAD DE LA RAZA DEL ESPÍRITU, RAZA DE LA SERPIENTE, LA TRAIDORA A LA RAZA: LA RAZA DEL ESPÍRITU.

Dicho de otra manera, CADA INDIVIDUO de la nueva especie lleva en su sangre EL RECUERDO DE SU ESPÍRITU, QUE ES ÚNICO Y LIBRE, legado por la Serpiente.

Recuerdo latente, potente, reflejo del Espíritu: eso ES el YO.

El Yo que llevó a la nueva especie a cuestionar la creación, a dudar de ella y a descubrirla. Y a partir de entonces, el ser humano lleva dentro esa dualidad:

Ser hijo de Eva y la Serpiente... Ser hijo de Adán y del Creador.
Ser Caín, el rebelde asesino... Ser Abel, el siervo amoroso.




Caín y Abel.

De Caín, diremos que se convierte en asesino por el sentimiento de “encarcelamiento” de su Yo, causado por el Recuerdo del Origen, tan nítido y potente en su sangre que desemboca en violencia destructiva ante un mundo que le es ajeno, ante un mundo en el que no encuentra Ni Ley, ni Dios.

Es en los hombros de Caín, que El Creador carga el Yugo de la “Evolución” del alma, serán los descendientes de Caín, los agricultores y guerreros, los que desarrollarán las civilizaciones y darán sentido al mundo como jamás se hubiese imaginado El. Dudarán de lo creado, buscarán una razón, una verdad a todo; razón por la cual, luego del asesinato de su hermano, el Creador pone una señal en él: “para que no lo matase cualquiera que le hallare”.(Gen 4: 15)

Abel tiene menor recuerdo del Origen, en su sangre corre más pura la sangre de Adán y acepta la verdad que intuye su sangre, no tiene que descubrir nada, todo ya tiene sentido, es la obra Perfecta del Creador. Sólo debe aceptar, vivir, negociar y cuidar de lo creado, elige el oficio de pastor, tan propio de los pueblos Semitas, nómadas y por ende, comerciantes.

En los hombros de Abel se pondrá el Sacerdocio, las manos que derramarán el Holocausto, el Aplauso, el Sentido dirigido al Creador. A sus descendientes, se les someterá al Miedo y al Terror del Dios Celoso para que no se desvíen de su destino. A su nobleza, “a los elegidos”, se le prohibirá mezclar su Sangre de Pureza, contaminarla con la sangre de Caín y se les prometerá Enseñorearse de ellos, con su ayuda. El Culto será sobre el Sentido, Abel será, sobre Caín.

Lo demás es historia, todos la conocemos. El propósito de la Creación se ha cumplido.

El hombre marchó con gallardía, con valentía, con la frente en alto desafiando a su destino. Descubrió el mundo, lo sometió a su capricho, a su placer, a la pasión que brota de su sangre como un derecho a la felicidad y a la Inmortalidad perdidas; y que carga, desde hace siglos sobre sus hombros, a una raza parásita y servil, que se refugia en Templos de Culto al Creador, protegida y consentida por El: raza que venera, raza devota, raza que se humilla, raza de pastor.

Y como el propósito ya se cumplió, ya se dio sentido al mundo, vendría el rescate, el regreso al Principio, a la Pureza.

Jesús, el rescate.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo…” O sea: como el resultado le agradó de suma manera…

Jesús vino al mundo a silenciar la furia atrapada en la sangre de Caín. A redimir la sangre impura, el pecado, que corre en nuestra sangre heredada de la Serpiente. Veneno que si no se quita sería la muerte del Alma.

El vino a combatir ese veneno con el bálsamo de Su Amor, el Poder de su Amor que llena los corazones con tibieza que adormece la furia, que consuela y poco a poco la va calmando, purificando y convirtiendo en sangre de siervo, sangre temerosa, sangre de pastor, sangre Amorosa, sangre de Abel. Sangre del Redentor grata al Creador.

Lucifer, el desconocido

Lucifer volverá y decimos que volverá porque ya estuvo aquí. Y se llevó parte de lo suyo. Y volverá una vez más...

Por los de sangre rebelde…
Por los que se han dado cuenta que aquí no hay Ley ni Dios…
Por los que saben que esto es el Infierno…
Por los que no tienen temor de Dios…
Por los que llevan con Honor la marca de Caín…
Por los que llevan la Sangre Pura que recuerda…
Por los que SABEN que el VERDADERO, EL INCOGNOCIBLE, no pide aplausos, veneración, amor, odio ni temor… no es celoso de nada ni de nadie. Porque EL SI ES PERFECTO Y VIVE EN UN MUNDO PERFECTO, CON CRIATURAS LIBRES Y ETERNAS DESDE SIEMPRE Y PARA SIEMPRE.

Antes de su llegada, mandará una vez más a su emisario:”La Bestia”, la del estandarte con el SIGNO, a derramar toda la sangre del Mundo que Ella, juzgue impura. En una guerra total Contra el Creador y La Serpiente, porque esta sangre ha convertido este mundo en una Prisión del Espíritu (esa es la razón).

Tras su llegada, instaurará un Imperio de Mil Años durante los cuales purificará la sangre de Sus Elegidos, Ella los liberará y EL los reconocerá como RAZA DEL ESPÍRITU Y CON ELLOS REGRESARÁ AL ORIGEN…

…Previa destrucción del Universo-Cárcel del Creador y del Castigo de la Serpiente… para que “la historia” no se vuelva a repetir…

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